Chilocuil, chinicuil o tecol, hypopta agavis. El chinicuil es conocido en otras zonas, como la oaxaqueña, como gusano rojo o gusano colorado.
Esta oruga de color rojizo y que mide unos 3 cm de largo es la larva del chinicuil y se extraen por debajo del maguey agave salmiana, el que se da en esta zona, donde, durante la temporada de lluvia, roen sus tallos y horadan las hojas para alcanzar su interior jugoso. Son una plaga que ataca al maguey y no se combate mediante plaguicidas sino con su consumo cosechándola hacia fines del mes de agosto.
Para su consumo, los chinicuiles se cuecen vivos en comal, tostados o fritos, y se comen solos, en tacos o con los dedos, o se muelen en salsa roja verde o guacamole, o bien, pueden prepararse en chile con huevo, una especialidad tulancinguense que, en otros lugares, llaman “huevos al albañil”.
Tiene la piel virtualmente libre de pilosidades y es de hábito endófito. También se da en la especie agave angustifolia. En su ciclo natural, hacia septiembre, forma su crisálida de la que emerge como adulto en aproximadamente 60 días: el chinicuil, una mariposa pequeña y nocturna, polilla que pertenece a la familia de los cósidos y habita en general zonas áridas y desérticas del norte del continente americano.
Estos adultos son de hábitos nocturnos y, como la mayoría de las polillas, fotófilos. Al igual que otros cósidos, presentan un cuerpo relativamente grueso, antenas bipectinadas con el ápice filiforme, espiritrompa atrofiada y palpos cortos. Las alas presentan nervación completa aunque primitiva, con una areola en las anteriores.